domingo, 25 de agosto de 2013

Confort.... confort en todos lados.

¿Qué es lo que te indica que necesitas un cambio? ¿Tu comodidad? ¿Tu sentir? ¿Tus deseos?. No lo sé. Es muy conocido el concepto de zona de confort, sin embargo, en ocasiones es complicado para cada individuo identificar esa zona, y más aún, reconocer que se encuentran en ella. 

Mis ejemplos:

Si se tiene un trabajo estable, con crecimiento relativamente constante, pareciera que no hay una zona de confort porque se va avanzando poco a poco, pero, ¿No sería ese crecimiento lento y constante una zona de confort? Lo ideal, una vez que se haya llegado a ese punto en donde no se avanza a pasos grandes sería tratar de conseguir un salto grande y salir de lo rutinario. 

Si la relación con tu pareja llega a un punto en donde la rutina es la constante, en donde siempre se visitan los mismos lugares, en donde hay actividades constantes, en donde ninguno de los 2 se exige nuevos retos, nuevas "aventuras", cuando se llega al punto de no sorprenderse mutuamente, desde mi punto de vista esa es una zona de confort en pareja. ¿Y qué debe hacerse? Bueno, cada pareja tendrá sus respectivas soluciones.

Las actividades diarias también pueden llegar a generar una zona de confort, es decir, llegar un momento en el que las actividades que realizas ya no son suficientes para mantenerte tranquilo, para mantenerte contento, es entonces (desde mi perspectiva) cuando debes comenzar a hacer cosas diferentes, conocer lugares nuevos, nuevas personas, intentar cosas que no se había hecho, involucrarte en cosas muy distintas a lo que haces en el trabajo, en la vida cotidiana, darte tu espacio.

No pretendo sonar a comercial de superación; simplemente es una reflexión que quiero compartir con mis pocos o muchos lectores. En fin, pórtense y cuídense.

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